El desafio carpe diem

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Y que difícil resultara explicar esta ausencia literaria. Eso pienso a cada rato mientras proceso la nueva información y caigo en la cuenta de lo que me esta pasando.

Si bien es algo que estaba buscando y tenía en mente desde que salí de Argentina, no tenía la  menor idea de lo que representaría pararse y enfrentar el topetazo. No quise caminar delante de los zapatos (como dice el Gordo pescador…) y esperar para cortar la cinta. Si bien todavía falta un poco, ya estoy ahí, acá, donde tanto anhele estar y con la confianza suficiente para afirmar que buscar tiene sus frutos. Esto no quiere decir que se vaya a encontrar algo, solo significa que al menos uno va a mantenerse ocupado tirando para adelante, cinchando como loco cuando haga falta y relajando cuando se pueda,  siendo y sintiendo. Mostrando esfuerzo y transpiración para salir a recolectar.

No es casualidad que cuando se cierren algunas puertas se abran otras como dice el saber popular. Es tal cual, las puertas son una entrada y una salida y además de tener una función útil, encierran todo un concepto.

A quien no se le cerraron puertas alguna vez? Hay alguien al que se le abran mas puertas de las que se le cierran? Y si las puertas que se abren no son todas lindas? Y que pasa si en vez de quedarnos esperando sentados y con resignación que aquella oportunidad perdida vuelva, salimos a patear puertas para abrir la que queramos (creemos que queremos) de una vez por todas?

No tengo ni la más mínima noción de como seria la vida sin esforzarse un poco, ni lo quiero saber. Abrir y cerrar, abrir o cerrar. Algo tan simple como eso pero vislumbrando tan interesante resplandor de una idea filosófica para desarrollar, que tal como todo el mundo habrá de sospechar, no voy a iniciar ni terminar en este humilde espacio.

Y si la vida fuese como una puerta. O mejor, como muchas puertas y que cada una de ellas sea un aspecto diferente de nuestra existencia? Y si solo se tratara de puertas que alguien cierra o abre caprichosamente? Y si ese alguien somos nosotros mismos?.

Bueno, basta de preguntas, aunque tenga millones mas en comparación con las respuestas. La cosa es así: por ahora se me abrieron algunas puertas y momentáneamente este viaje que me llevo por muchos países hermosos, lugares increíbles y gente interesante (acá y allá) se va a detener. Va a estar pausado pero como un volcán dormido que en cualquier momento vuelve a erupcionar.

La razón es que este próximo 23 de agosto tengo un vuelo reservado desde Auckland a Singapur para tramitar mi visa de negocios que me va a dar tiempo para terminar de gestionar la visa de trabajo que me permitirá  vivir legalmente y continuar mi carrera profesional en Indonesia.

Yogyakarta es la ciudad de destino y donde voy a quedarme más de la cuenta y ajeno a todo plan mas que el de poner todo en la cancha, como siempre y con el fin de seguir abriendo puertas y emparejar la partida.

Por el momento no tengo demasiado mas para decir y solo cuento con un puñado de información, sin embargo y a pesar de no tener aun un lugar fijo de residencia, ya estoy esperando gente que me prometió su visita. Los que viven lejos me entenderán y sabrán que con esto no se juega.

Despojado de cualquier pensamiento sedentario, todavía estoy tratando de dilucidar que hacer con este blog y aun no he decidido si debo continuar contando un poco de mi vida en el país musulmán mas grande del mundo o detener el tiempo y retomar en cuanto siga mochileando por ahí. Crear otro blog y empezar de cero o adaptar este y hacer un gran collage. Dejar el registro de viaje como testigo y encarar la aventura de establecerme en un país a 11 horas de diferencia de casa. Se escuchan opiniones. En público y en privado.

Mis amigos viajeros y hermanos de mochila ya de vuelta en el pago, saben bien íntimamente de que se trata todo este rollo y les deseo que disfruten como una de las mejores partes de este viaje, ese abrazo con todos los que por tanto tiempo deseamos tener cerca, para compartir lo que veían nuestras pupilas o sentir con nuestra piel.

En cuanto aterrice confundido en las tierras extrañas para prestar mis servicios, voy a postear de nuevo con una idea mas clara de futuro próximo, mio y del blog.

No logro entender todavía si debo ponerme triste o muy contento pero sin dudas, nunca me imagine una mejor transición entre el fin del viaje y el comienzo de mi nueva vida.

Las Pastillas del Abuelo – Raices