Una huella invisible

No se sospechaba la resurrección. Como siempre un denso telón de smog cubrió la mañana hasta oscurecerla. Nada había cambiado. Ríos de asfalto seco serpenteaban entre acantilados de vidrio, hormigón y murallones de anuncios publicitarios, diluyéndose en compactos embotellamientos y arterias tapadas. Muchedumbres caóticas deambulaban sin razón ni sentido, un hormiguero pisado, un ejército numeroso espantado y en aterradora retirada. Bocinas filosas, motores roncos, insultos, el perfume de la asfixia, el penetrante pitido del celular. Una atracción electromagnética, invencible parecía arrastrarme hacia un poderoso centro. El sonido hipnótico y siniestro de una amarga flauta dulce guiaba a todas las ratas hacia el abismo. La frenética carrera hacia el precipicio ya había comenzado…

Se hizo tarde, otra vez en casa, un nuevo día carente de fines, desconociendo los medios, padeciendo lo habitual, la pálida indeterminación, el embotamiento de la cotidianidad, el eterno retorno, el hoy como ayer, el mañana como hoy, etc.

Mi cabeza seguía gacha, los ojos turbios, la respiración espesa y entrecortada. Prendí la tele, todo igual: domadores de almas, sacerdotes cínicos, consejeros mercenarios, sensuales vampiros famélicos, todos laburando prolijamente en los cimientos de mi jaula. Un agudo dolor de cabeza me distrajo de esos venenos narcóticos, debió ser a causa de mi mente contraída y estrujada.

Fui hasta el espejo, escupí, ¿Qué hago acá? Nunca había notado mi apariencia tan pálida y fatigada, la cara apergaminada, profundos surcos como arroyos secos me surcaban la frente y…. otra vez el estridente chillido del celular, otra vez, otro motivo para amargarme…

Levante mi cabeza vencida y me mire fijamente a los ojos. Se produjo un melancólico y milagroso silencio, suave, profundo y sostenido. Luego desde algún remoto ensueño (quizás de la casa de al lado) comencé a deleitarme con la inconfundible guitarra del Chizzo, sensible, erizada, furiosa…” Busquemos vida algún lugar, al reparo del mundo sin brillo que hoy, en el cosmos de la mente se hizo estrella opaca”….

Me despabile. Mis ojos espejados me devolvieron un fogoso destello, mi vista era clara y transparente, podía ver más allá de la sombra de mis pestañas, el aire comenzó a fluir y bocanadas de viento puro exhalaba serenamente. Podía sentir el susurro de mi sangre bullente, las brasas de mi corazón reavivaban un misterioso fuego eterno.

Es curioso que una idea tan vaga y determinante, caída con la velocidad del rayo, sea en milésimas de segundo, escogida como la correcta después de letárgicas horas de razonamiento y calculo…

Y así, sin más, un grito ahogado se desprendió de mis entrañas, se desato velozmente entre los ganglios tensos de mi inflamada garganta y con voz grave, la de miles sentencio:

¡Me voy!!Quiero degustar mi libertad!! Quiero ser esclavo de mis propias cadenas!!Quiero ser la llave de mis grilletes!..! Soy un buscador! Necesito perderme hasta encontrarme !Quiero construir la cerca infinita de mi salvaje espíritu! Necesito expandir esta cabeza oprimida y aplastada! Me voy!…!Pocas veces huir tan lejos es un asunto de valientes!…me voy a fundir entre sueños lejanos, divagues que no entiendo, delirios exóticos… necesito maravillarme, sacudir a este corazón somnoliento, necesito alejarme de esta ceguera obstinada… ¡Para mirarme!!Tanto ha pasado, tanto he cambiado!!Tengo que volver a conocerme!…

Volví mi atención hacia la mágica melodía sin paradero, parece que quería decirme algo mas” hacia donde mas podemos ir, tal vez el oscuro diamante este en mi, tal vez seamos fugitivos de donde nadie escapa”…

Este es sin dudas el mejor regalo que me han hecho para este viaje… palabras elegidas y combinadas brillantemente, sensibles, densas y descriptivas de alguien que me conoce bien pero que no veo hace mucho, y a rigor de verdad…ultimamente veo con poca frecuencia tambien. No porque asi lo quisieramos, sino porque es ahi donde la vida nos ha llevado. Gracias Nico por tus sentidas y afectuosas consideraciones. Gracias por la motivacion, por capturar tan bien el entorno y sobre todo, por mantener  intacta la conexión.

Oscuro diamante – La Renga

«lo mejor de nuestra piel es que no nos deja huir (Espejismo – Los Redondos)