De espías y alicates

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Tal vez este escribiendo estas líneas desde la clandestinidad o tal vez no. No esta dicha la ultima palabra.

Por alguna razón, el gobierno Chino considera inapropiados para la nación algunos sitios de internet y los regula bajo un proyecto conocido como “The Great Firewall” parafraseando una de las principales atracciones turísticas, ejerciendo un minucioso control sobre el contenido de internet. Es por eso que no esta permitido ingresar a determinadas paginas, entre otras Facebook, Youtube, Twitter, WordPress, Blogger, Wikipedia en Chino, CNN, BBC y hasta la de las Naciones Unidas. Igualmente, los chinos tienen remplazo para todo o mejor dicho, tienen sus propias redes sociales y sus propias reglas, lo cual no me parece tan descabellado. Son chinos y hablan en chino. Para que querrían hablar en ingles y tener mas cosas occidentales si ya tienen un montón? Tiene sentido, aunque no me convenga demasiado.

Resulta que el blog que alimento cada vez que me viene algo a la cabeza parece ofensivo para el gobierno del país que me alberga y a juzgar por el recibimiento tal vez mi presencia este siendo considerada como alguna especie de amenaza ya sea como posible ofensor a la patria o mas probablemente como un espía free lance para las agencias de inteligencia (vaya paradoja!) de otros países que quieren ser como China así como las gaseosas alternativas quieren copiar el secreto de la Coca Cola.

Ahora bien, quieren que sea espía? Ok, me buscaron y me van a encontrar! Perfecto, voy a espiar. En menos de lo que canta un gallo me convierto en espía y listo, voy a subir todo esto cuando ya no este a su alcance o cuando logre burlar el bloqueo. Voy a gritar verdades, ya fue!!! Tal vez no haga bien en escribir esto porque a lo mejor hay alguien mirando que me quiera venir a buscar. (Mensaje para el posible censor: Eh! Eh! Si entendes español y estas con ganas de mandarme la cana, mandalos! Voy a estar esperando pero que sepan que me voy a defender. No me van a silenciar. Si creen que estoy espiando, ok. Si, estoy espiándolos). Listo, chinos, me les he declarado y no les tengo miedo.

Entonces, si he logrado finalmente publicar este relato y los dos anteriores es porque no es demasiado tarde (y a los controladores se les paso de largo todo lo que busque en Google sobre espionaje, Mossad, CIA, KGB y otras cosas relacionadas. -La curiosidad mato al gato y espero que a mi no me meta en cana-) y de alguna manera u otra logre subir todos los posts que tengo atrasados gracias a malas conexiones o a bloqueos cibernéticos. No es que me dormí unas semanas y de golpe me dio un ataque de creatividad, solo es que los estuve guardando un poco hasta tener la oportunidad de darlos a conocer.

La cosa es así: me di cuenta de que tenia que empezar a espiar pero no sabia bien por donde, porque claramente no tengo mucha experiencia en esto (A los chicos en sus casas: no mientan en el curriculum, especialmente si están pensando en trabajar en la CIA, en la KGB o en el Mossad) entonces por las dudas empecé a espiar a diestra y siniestra. Necesitaba un motivo y por alguna razón misteriosa solo se me vino a la cabeza es lo único que andaba necesitando: un alicate.

Empecé con esta pista, aunque me pareció medio de gusto porque le calcule que China debería ser la meca de los alicates, la capital mundial de la fabricación de alicates. (Si no, mira el que tenes en tu casa y vas a ver que dice “made in china”). No era un buen comienzo porque en teoría hacia media cuadra y encontraba “La casa de los Alicates o Todo Alicate”. Salgo caminando por la avenida, en el medio del centro y nada. Ropa, casa de paraguas (los chinos aman los paraguas y los barbijos), zapatillas, supermercado, casa de comidas y ningún alicate.

Esto se estaba tornando interesante. Agrando el radio de caminata ya medio entre desesperación por no poder confirmar la teoría que tenia aprendida desde que salí de casa y por otro lado envuelto en la satisfacción por haber encontrado la punta del ovillo. Hay algo que me dice que estos chinos no quieren que sepa donde esconden los alicates.

Me siento en la plaza, agarro la libreta y hago algunas anotaciones preliminares:

#1 “Los chinos son ruidosos: tienen los celulares a máximo volumen, ponen música bastante chillona todo el tiempo en todos lados, de los negocios te gritan con alto parlante y principalmente el idioma los hace bien elocuentes” (esta no tiene nada que ver con la misión, pero era lo que mas me estaba perturbando)

#2 “No hay un supermercado argentino cada media cuadra: se ve que en una asociación libre por oposición considere esto como  posibilidad. Teoría no confirmada. A desechar” (esta tampoco, pero ya que estaba derribando mitos…)

Sigo unas cuadras mas en la dirección opuesta a la que vienen todos caminando, tal vez con la esperanza de encontrar el santo grial de los alicates o más bien intentando desencumbrar este misterio del que todos parecen estar enterados menos yo. Entro en un bazar y nada. Si bien dudo de que la vendedora haya entendido mi pregunta, la posibilidad de cortarme las uñas hoy se torna lejana gracias a la certeza que tengo de no haber entendido la respuesta.

Vi muchísimas caras sospechosas. La mayoría miraba como intrigante aunque por ser un espía novicio y poco perspicaz tal vez este tema de los ojos rasgados me esté confundiendo un poco.

Esta vez, paro en la puerta de un hospital o clínica que naturalmente no pude descifrar con exactitud porque están todos los carteles en chino, sin embargo me tranquilizo porque al fin, da lo mismo. Anoto otra conclusión:

#3 “Los chinos no tienen rulos: confirmado el precepto que asevera que no tienen onda” (esta tampoco tiene que ver con la investigación, pero me pareció copado criticarlos un poco…)

Siento olor a comida y los alicates se transforman automáticamente en mi segunda prioridad. Como algo al paso y pregunto de nuevo en un negocio. Mismo resultado.

Decido dejar de preguntar porque ya me esta impacientando un poco perder el tiempo con gente que no entiende de problemas reales. Basta de bazares pedorros y entro a un mega supermercado adivinando por el logo que es un Carrefour.

Ni un alicate

#4 “A los chinos les encanta escupir, en cualquier lado y con bastante ruido. Gesticulan y lo hacen sin pudor. Como que buscan limpiar con un escupitajo todo lo que tienen adentro. Le ponen onda. Es posible que tenga que ver con el tema de los paraguas pero contrasta un poco con el de los barbijos.”

Ya con la panza llena y un poco mufado decido replegarme y emprender la retirada ya rendido a manos de un secreto sin descubrir y sobre todo gracias a un extenso día de caminata que empezó con mi compañero de habitación tocando la armónica. Un chino hermoso, cincuentón, simpático y con buen ingles que por alguna razón cree que las 8 de la mañana es un horario aceptable para hacer su “música”; entonces, con la cabeza gacha desando el largo regreso a “casa” (un hostel llamado The Hump cuyo nombre además de sugestivo me convence mas de que tengo que cumplir con alguna misión que todavía no logro comprender)

#5 “Confirmado: en China hay campeonato de Yoyo.” (Esta debe ser la conclusión que menos relación tenga pero por lo menos era un descubrimiento asomando ente tanta decepción)

Ya desanimado por la poca información que había recabado y bajo el efecto somnoliento de la desazón por haber tenido un día repleto de señales las cuales había dejado pasar sin demasiada acción, es ahí, donde hago lo que cualquier espía haría (un poco también para meterme en rol): parar en un quiosco a tomar una Fanta de uva. Segundo sorbo, inmóvil y veo la caja.

Alicates grandes, chiquitos, medianos, de color, blanco y negro. De todo. 4 cajas a puro alicate. No era el emporio del alicate pero tenia cuatro cajas!

Con las uñas temblando de la emoción, la sed saciada y la satisfacción de la tarea cumplida doy media vuelta victorioso y con paso firme y hombros bien atrás, me pierdo en entre la multitud mientras me cae como un centella la certeza de haber llegado, ahora si a una conclusión importante. Uno de esos momentos en que uno siente que ha sido iluminado por la razón y el saber. Ahí, cuando los puntos se conectan y la verdad aflora.

Mi estimadísimo lector, si ha leído hasta acá es porque le resulta interesante la causa, sin embargo debo advertirle que me encuentro ante la irrefrenable obligación de disculparme de antemano por  la desilusión con la que se van a encontrar después que esboce la conclusión del día. Perdón por eso y también por abusar de las comillas.

#6 “Los alicates, son la mas perfecta escusa para distraer a cualquiera que quiera difamar al gobierno Chino o divulgar los secretos de esta poderosa nación. Hacen que cualquier espía poco entrenado abandone su tarea para volcarse a los verdaderos misterios.”

Moraleja: No te distraigas con misterios gigantes cuando no has podido resolver los mas pequeños

Ah, el alicate que compre anda de maravillas y ya tengo las uñas cortitas y prolijas. Gracias por preocuparse.

Estelares – Tanta Gente

///Vale aclarar que no me he vuelto loco (o eso creo) ni pretendo hacerme el canchero. El cambio de tono de este relato en relación con los anteriores del blog no es un atropello a la razón, es más bien una necesidad. Sepan entender, llevo unos cuantos días solo.